La salud bucodental se define como el cuidado de los dientes, las encías, la lengua y toda la cavidad bucal en general. La boca es considerada como una de las partes del cuerpo más usadas por el ser humano, la usamos para funciones tan importantes como la ingestión de alimentos o la comunicación, por eso es fundamental dedicarle tiempo y esfuerzo a su cuidado y mantenimiento.

En Sanitas nos preocupamos por la salud bucodental de nuestros clientes y queremos ayudar a nuestra comunidad a aprender a llevar una higiene dental que les permita mantenerse saludables. Sigue leyendo para obtener información práctica y útil sobre cómo evitar enfermedades dentales.

¿PARA QUÉ SIRVE LA PREVENCIÓN BUCODENTAL?

Según la OMS, nueve de cada 10 personas en todo el mundo están en riesgo de tener algún tipo de enfermedad bucodental, lo cual incluye desde caries y enfermedades de las encías hasta el cáncer de boca.

La boca humana sana es una de las partes más concurridas por organismos de nuestros cuerpos, contiene cientos de diferentes especies de bacterias, virus y hongos. Mantener una correcta higiene es imprescindible para garantizar el equilibrio entre estas especies.

Los hábitos de higiene bucal son fundamentales en la prevención de la caries dental y de otras enfermedades periodontales. Por lo general, una correcta higiene bucodental pasa por tres fases:

• Cepillado: se debe hacer después de cada comida y después de la ingesta de alimentos azucarados. Sin embargo, no es recomendable abusar, un excesivo cepillado puede desgastar el esmalte y esto causaría problemas derivados como  la alteración del color y el brillo de los dientes, la aparición de aristas o melladuras en el borde superior, de manchas, sensibilidad dental al azúcar, el frío o el calor, causando dolor, infecciones orales, o incluso afección de las encías. En el largo plazo podría hacer que los dientes se debiliten, aumentando las posibilidades de que se rompan y sea necesario utilizar sistemas de reconstrucción como fundas y carillas.
• Limpieza con hilo dental: la función principal es eliminar la placa bacteriana que se encuentra en los espacios entre las diferentes piezas dentales. A diferencia del cepillo dental, el hilo dental limpia zonas de difícil acceso, en las cuales el cepillo no puede llegar, precisamente por eso es fundamental su uso.
• Enjuague bucal: tras pasar el cepillado y la limpieza con seda dental, es preferible un enjuague con un colutorio, especialmente en caso de gingivitis, una irritación en la parte de la encía que rodea al diente. Tampoco se recomienda abusar del colutorio; es decir, está especialmente indicado para la eliminación de la placa bacteriana y un mantenimiento periódico, pero abusar de él puede ser totalmente contraproducente para la protección del esmalte dental. Además los colutorios eliminan parcialmente las bacterias de la boca, tanto las dañinas como las beneficiosas que defienden, por lo que deja vulnerable la boca durante cierto tiempo. 

Lo principal a la hora de elegir un colutorio es observar que no contengan alcohol, ya que se ha demostrado que el abuso aumenta la probabilidad de contraer cáncer bucal. Los expertos recomiendan usarlo solo dos veces al día.